Inglaterra en el siglo XVII


Inglaterra en el Siglo XVII
Reinado de Carlos I. La Revolución Puritana


Jacobo I murió el año de 1625 y heredó el trono su hijo, Carlos l (1625-1649), también  defensor de una monarquía por derecho divino y en cuyo reinado los conflictos con  el Parlamento se agravaron al grado de desembocar en una guerra civil.  De nuevo la necesidad de recursos financieros obligó al rey a solicitar al Parlamento la aprobación de impuestos. En respuesta, los líderes parlamentarios desafiaron la política del rey, considerando que violaba la constitución inglesa. En 1628  fue creado un documento conocido como la Petición de Derechos en el que, el Parlamento obligaba al monarca a admitir limitaciones en su autoridad. Presionado por la falta de dinero, Carlos l aceptó el documento   pero cuando al siguiente año los parlamentarios insistieron en que el rey respetase las disposiciones sobre impuestos contenidos en la Petición, Carlos disolvió el Parlamento, a pesar de las furiosas protestas de sus líderes.
Durante los siguientes once años, el rey gobernó sin el Parlamento, imponiendo medidas económicas extraordinarias con el fin de hacer frente a los gastos del gobierno. Pero fue la política religiosa la que llevaría a nuevos enfrentamientos. En 1640 el rey se vio obligado a reunir un nuevo Parlamento para recaudar dinero y financiar su guerra contra los presbiterianos escoceses, sublevados contra la decisión  real de imponerles la religión anglicana.
El Parlamento Largo (llamado así porque permaneció en sesiones intermitentes durante 20 años, entre 1640 y 1660) aprovechó la crisis para recuperar el control sobre el gobierno. Acusó de alta traición y ejecutó al conde de Strafford, consejero de Caros l, por considerarlo principal baluarte del absolutismo real. A cambio de su ayuda financiera, el Parlamento Largo prohibió la recaudación de impuestos sin su consentimiento, creó mecanismos contra su propia disolución y estableció que las sesiones parlamentarias se celebraran por lo menos una vez cada tres años. En 1641, el Parlamento Largo aprovechó una nueva rebelión interna, esta vez  De los irlandeses, para presentar a la monarquía nuevas exigencias a cambio de su  ayuda; solicitó la reforma de la Iglesia Anglicana y que el nombramiento de ministros se hiciera entre personas confiables para el Parlamento. El rey insistiendo en su derecho a designar sus propios ministros, intentó sin éxito arrestar a algunos parlamentarios acusándolos de conspiración. Esta situación provocó la división de los políticos en dos grupos: por un lado los partidarios del rey, que abandonaron el parlamento, y por otra los puritanos, que hicieron un llamado a las armas. Estalló entonces la Guerra Civil en 1642. 

La división entre los bandos rivales tenía un trasfondo económico y social. Al lado del rey estaba el grupo llamado de los Caballeros, integrado con gran parte de la Nobleza , el clero anglicano, los católicos y los grandes terratenientes. El grupo parlamentario, constituido por los llamados Cabezas Redondas contó con el apoyo de puritanos y presbiterianos, pertenecientes en su mayoría a la burguesía; de esta manera dio inicio la  Revolución Puritana.
En 1646, los parlamentarios lograron derrotar al ejército del rey gracias al apoyo los escoceses, a quienes prometieron convertir el presbiterianismo en la religión oficial del Estado y, sobre todo, gracias al ejército creado por el Parlamento, el New Model Army, fuerza muy superior a la del ejército que defendía al rey. Al rendirse el monarca, se le impuso como condición para regresar al trono que el ejército fuera controlado por el parlamento y que se estableciera el presbiterianismo; pero al rechazar ambas propuestas, Carlos I fue encarcelado.
El triunfo parlamentario se debió, sobre todo, al liderazgo militar del puritano Oliver Cromwell, quien logró imponerse sobre los parlamentarios moderados que aun pretendían negociar con el rey; después de expulsar a éstos, creó un Parlamento Corto o Depurado (Ramp Parliament, llamado así porque Cromwell lo formó exclusivamente con partidarios suyos, después de expulsar al resto de los integrantes del Parlamento Largo), ante el cual hizo comparecer a Carlos I, quien, acusado de alta traición, fue decapitado el 30 de enero de 1649. La ejecución del monarca inglés en  momentos en que el absolutismo se estaba consolidando en otros países europeos constituye un hecho histórico de gran significancia para el desarrollo político de   Inglaterra y de Europa en general: es la prueba más radical del rechazo al poder  autocrático en el país que dio origen al parlamentarismo. 

El régimen de Cromwell . El Parlamento Depurado abolió la monarquía y la Cámara de los Lores, y convirtió a  Inglaterra en una ‛‛Mancomunidad y Estado Libre" (Commonwealth) bajo un gobierno republicano, pero en realidad fue Cromwell quien ejerció el control del poder .  Escocia y algunas regiones de Irlanda no estuvieron de acuerdo con el gobierno republicano  de Cromwell y reconocieron como gobernante a Carlos II (hijo del monarca ingles ejecutado), quien se propuso restaurar la monarquía en Inglaterra. Al frente de un ejercito, Carlos II invadió Inglaterra en agosto de 1651; pero, derrotado por las  tropas de Cromwell, se vio obligado a huir a Francia, en tanto que Escocia e Irlanda fueron incorporadas al Commonwealth. Cuando el Parlamento Depurado no quiso disolverse para dar paso a una asamblea permanente, en abril de 1653 fue disuelto por Cromwell, quien intentó reemplazarlo por otro integrado con quince miembros escogidos personalmente por él. En  diciembre siguiente, después de que también fracasara el nuevo Parlamento, Cromwell aceptó una Constitución escrita que establecía un Protectorado (fórmula mixta de gobierno con aspectos semimonárquicos y del parlamentarismo) por lo que fue conocido como Lord Protector de la República de Inglaterra, Escocia e Irlanda, compartiendo poderes soberanos con un nuevo Consejo de Estado de 21 miembros.   Los principales objetivos de Cromwell eran lograr un gobierno estable y con tolerancia para todas las sectas puritanas, bajo un régimen de vida austero y una estricta disciplina. Se enfrentó con los parlamentos del Protectorado que trataban de alterar los “principios de la Constitución escrita y, en 1657, aceptó la petición de crear una Segunda cámara parlamentaria, así como el poder que se le confería para nombrar   su sucesor, pero no aceptó el título de rey. Cromwell supo mantener la paz y la estabilidad y proporcionó los medios necesarios para la tolerancia religiosa, misma que permitió a los judíos, expulsados de Inglaterra en 1290, regresar en el año de 1655. 
En asuntos internacionales, Cromwell promulgó el Acta de Navegación en 1651,  con el objetivo de arrebatar a Holanda el dominio del comercio marítimo. Se establecía que las mercancías introducidas a Inglaterra procedentes de Asia, África y   América solamente podrían ser transportadas en barcos ingleses, en tanto que los holandeses sólo podían llevar a Inglaterra productos fabricados en ese país. Como consecuencia de esta disposición, Inglaterra v Holanda se enfrentaron en una guerra   que duró dos años y cuyo resultado fue beneficioso para los ingleses. La enérgica política exterior de Cromwell y los éxitos militares otorgaron a Inglaterra un gran prestigio en el extranjero. Los ingleses, en alianza con Francia, arrebataron Dunkerque a España en 1658, con lo que obtuvo una plaza fuerte en el continente desde donde podía invadir Calais, ciudad que Inglaterra había perdido hacía 100 años. Además, una armada inglesa arrebató a España la isla de Iamaica en America Oliver Cromwell murió en 1658 y fue sucedido por su hijo Richard   ;a quien había nombrado heredero de su cargo. Sin embargo, este carecía de capacidad para  gobernar y renunció al año siguiente.

La Restauración monárquica  Reinado de Carlos II (1660-1685)
Después de la renuncia de Richard Cromwell, se derrumbó el sistema creado   por su padre. La pérdida del ‛‛hombre fuerte" y el descontento del pueblo ingles por  el estricto modo de vida impuesto por un gobierno militar y además puritano hicieron que aumentaran las demandas para que fuera restaurada la monarquía. En abril de 1660, Carlos II anunció a su regreso la intención de aceptar un parlamentario y de conceder la amnistía a sus oponentes políticos. El reinado de Carlos II dio comienzo en un clima de concesiones mutuas y perdones entre el rey y los opositores a la monarquía, y sólo pocas personas fueron castigadas por su participación en la ejecución de Carlos I. El Parlamento concedió al rey una renta permanente, pero fue despojado de muchos antiguos derechos que habían permitido a sus antecesores decretar impuestos sin permiso parlamentario;   además, fue creada la Ley Trienal, que garantizaba la reunión del Parlamento cada tres años, aunque el rey no deseara convocarlo.

La vuelta de los Estuardo fortaleció a la Iglesia Anglicana que fue restaurada (1662) como oficial del Estado, en tanto que los disidentes —prebisterianos, bautistas y otros protestantes que no aceptaban las doctrinas anglicanas— tuvieron libertad  para practicar su religión, aunque sujetos a muchas restricciones. Respecto a los católicos,  a pesar de que el rey simpatizaba con el catolicismo y ante el riesgo   que cobraran fuerza, fueron excluidos de la participación en el gobierno mediante la Test Act (Ley de la Prueba), creada por el Parlamento en 1673. Entre los problemas que se presentaron al gobierno de Carlos II, debe mencionarse el incendio ocurrido en la ciudad de Londres en 1666, que devastó gran parte de la ciudad, con lamentables pérdidas de vidas humanas y la destrucción  de edificios históricos, muchos de ellos de madera. La reconstrucción que sirviera para dar a Londres una apariencia de moderna capital europea, fue encargada; por Carlos II al arquitecto Christopher Wren.

En 1678, un intento por excluir a Jacobo (el hermano católico del rey) de la sucesión al trono, llevó a la formación de dos facciones políticas whigs, que defendían la supremacía del Parlamento y solicitaban la exclusión de los católicos del trono inglés, y los tories, anglicanos partidarios de una monarquía fuerte quienes, aunque no se oponían a que Jacobo fuera rey exigían que ofreciera garantías en el terreno religioso.  .  El partido whig contribuyó a la aprobación del Acta de HABEAS CORPUS  cuyo objetivo era proteger los derechos de los individuos bajo     arresto a fin de evitar injusticias; a partir de entonces, nadie podría ser arrestado sin la orden de un juez competente. A pesar de que cuando fue aprobada se dio poca importancia a esta ley, el derecho de Habeas Hábeas llego a ser de gran trascendencia para la democracia, como una de las garantías básicas del individuo contra los arrestos ilegales.
En un principio, Carlos II respetó el poder parlamentario; pero, al aumentar los conflictos políticos internos mezclados con asuntos religiosos, surgieron fricciones entre el rey y el Parlamento, y éste fue nuevamente disuelto. Y aunque al final fue creado otro, durante los últimos cuatro años del reinado no hubo reuniones parlamentarias. En política internacional, la época de Carlos II estuvo enmarcada en la feroz competencia entre las potencias europeas en la que intervinieron Francia, Holanda e Inglaterra , en un afán por capitalizar, cada uno a su favor, la decadencia de España y Portugal, luchando entre sí por las posesiones coloniales ibéricas en América. En este contexto, Carlos II solicitó ayuda financiera a Luis XIV de Francia para luchar contra Holanda. Sin embargo, los resultados de la guerra con Holanda no fueron del todo favorables y en cambio causaron enormes gastos al país; además, la alianza con Francia colocó a Inglaterra en grave riesgo de quedar sometida al dominio del poderoso monarca francés. En el orden interno, esa medida aumentó el sentimiento anticatólico del pueblo inglés, que no estaba de acuerdo en que se estableciera una alianza con un país católico para combatir a un país protestante. Tal sentimiento, que llevó a la  promulgación de la Ley de la Prueba, ya mencionada, se recrudeció en 1678 por un supuesto‛‛complot papista", que agravó la situación de los católicos en Inglaterra.  Carlos II no tenía hijos. Y no obstante la posición anticatólica de la mayoría de   sus súbditos, logró ser aceptado como sucesor su hermano Jacobo quien profesaba fe católica. Así, el respeto de los ingleses por la continuidad dinástica influyó para   que aceptaran a Jacobo, quizá con la esperanza de que en virtud de su edad (52 años) el reinado sería breve y de que, al no tener hijos varones, heredara el trono a su hija María, casada con Guillermo de Orange, estatuder (jefe o magistrado) de varias provincias de Holanda, quien profesaba la religión protestante.

Reinado de Jacobo II (1685-1688)
Jacobo II  heredó de su hermano una posición política fuerte basada en gran parte en que el Parlamento estaba integrado por una mayoría tory pero muy pronto perdió esa fuerza al apoyar abiertamente al catolicismo. En 1688 promulgó una Declaración de Indulgencias  por la cual suspendía las leyes penales y discriminatorias que pesaban sobre los no anglicanos y nombró muchos funcionarios católicos, medidas que provocaron conflictos con el Parlamento y despertaron el descontento del pueblo protestante. La noticia de que la reina había tenido un hijo varón y que había sido bautizado  en la fe católica, precipitó los acontecimientos. Whigs y tories coincidieron en acudir  a Guillermo de Orange para que asumiera el trono junto con su esposa. Guillermo y María aceptaron el ofrecimiento y se trasladaron a Inglaterra apoyados por un  contingente de soldados holandeses, en tanto que Jacobo II huía a Francia. Había  culminado con éxito la Revolución Gloriosa, llamada así porque, a diferencia de la   _ que derrocara a Carlos I, el triunfo se logró de manera pacífica. A ambas revoluciones —la Puritana y la Gloriosa— tuvieron gran trascendencia para la política europea al probar claramente que en Inglaterra era el Parlamento, no el rey, el que ejercía en realidad el poder soberano. Esto sirvió de fundamento empírico para las teorías filosóficas en contra del absolutismo monárquico y a favor de la división de poderes, que surgirían poco tiempo después.

Los últimos Estuardo y el Acta de Unión   de Gran Bretaña:::. 
Guillermo y María gobernaron juntos Inglaterra entre 1689 y 1694 y al morir María   en este último año, su esposo continuó en el trono hasta su propia muerte en 1702. bajo el título de Guillermo III. Escocia aceptó a los nuevos monarcas; pero Irlanda mayormente católica, permaneció leal a Iacobo II y hubo de ser sometida e incorporada a Inglaterra por medio de las armas.
Recién iniciado el nuevo reinado, el Parlamento impuso a los monarcas la firma    una  Declaración de Derechos (Bill Of Rights) por medio de la cual se aseguraba la fuerza parlamentaria frente a posibles arbitrariedades de la monarquía. A partir de entonces, se intensificó la vida política del Parlamento, que se reunió con mayor  frecuencia y en el que participaron activamente los dos partidos —whig y tory—   cuyos líderes desempeñaron un papel cada vez mayor, lo que dio impulso al proceso electoral y logró intervenir en la selección de ministros. De esta manera nacía en Inglaterra el sistema de gabinete ministerial, así como la costumbre de que un miembro de ese gabinete, líder del partido mayoritario en la Cámara de los Comunes, Se convirtiera en primer ministro.  
La religión anglicana continuó como la oficial del Estado, pero se hicieron más flexibles las disposiciones hacia el resto de los credos protestantes. En 1689 fue firmada el Acta de Tolerancia, que permitía la libertad de culto público, aunque continuaba prohibiendo a los protestantes no anglicanos la ocupación de cargos en el gobierno. En cuanto a los católicos, se les permitió participar en Ceremonias religiosas privadas, pero la prohibición de ocupar cargos públicos incluía de manera  específica que ningún católico podría ocupar el trono. En 1701, el Parlamento votó la llamada Acta de Sucesión de la monarquía, en la  que fueron excluidos los católicos. Se establecía que a la muerte de Guillermo de  Orange le seguiría Ana Estuardo (hermana de María) y, en virtud de que sus hijos habían muerto, para evitar que ocupara el trono algún Estuardo católico, se disponía  que al fallecer Ana, la corona inglesa pasaría a Sofía de Hannover (la protestante  nieta de Jacobo I) y a sus descendientes.  Extraído de “ El Mundo moderno  y contemporáneo T. I Gloria Delgado de Cantu” Ed. Prentice Hall Pag. 191-200

Declaración de Derechos de 1689.  Fragmentos

En estas circunstancias, los llamados Lores espirituales y los temporales y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus cartas y elecciones, constituyendo conjuntamente la representación plena y libre de la nación, y considerando seriamente los mejores medios de alcanzar el objetivo mencionado, declaran :
Primero (como sus antepasados hicieron siempre en parecidos casos), para asegurar sus antiguos derechos y libertades.
 1. Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
 2. Que el pretendido poder de la autoridad real de dispensar de las leyes o de la ejecución de las leyes, como ha sido usurpado o ejercido en el pasado, es ilegal.
 4. Que cualquier petición de dinero para la Corona o para su uso, bajo pretexto de prerrogativa, sin el consentimiento del Parlamento, por un tiempo más largo o de una manera que no sería consentida por el Parlamento, es ilegal.
 5. Que es un derecho de los individuos el presentar peticiones al Rey, y que todo encarcelamiento o persecución en razón de estas peticiones es ilegal.
 6. Que el reclutamiento y el mantenimiento de un ejército en el reino, en tiempos de paz, sin el consentimiento del Parlamento, es contrario a la ley.
 7. Que los individuos protestantes pueden tener para su propia defensa las armas apropiadas a su condición y permitidas por la ley.
 8. Que las elecciones de los miembros del Parlamento deben ser libres.
 9. Que ni la libertad de palabra ni la de los debates o procesos en el seno del Parlamento, puede ser coartada o puesta en discusión en ninguna corte  ni en ningún otro lugar, sino en el mismo Parlamento.
10. Que no pueden exigirse fianzas no ponerse multas excesivas, ni infligir castigos crueles ni inusitados.
12. Que las remisiones o promesas de multas y confiscaciones, hechas a personas particulares antes de que se adquiera la convicción del delito, sean ilegales y nulas.
13. Que en fin, para remediar todo agravio, y para la enmienda, afirmación y observación de las leyes, el Parlamento deberá ser frecuentemente reunido.

Comentarios

  1. Profe! Quería por favor si podés mandarme qué temas van para el exámen libre de Quinto.
    Si el exámen va en base de las preguntas y cuáles serían las posibles preguntas.
    Soy Li, perdí tu correo.

    liqyy@outlook.com
    Este es mi mail.
    Gracias!

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